Anécdota de Meli.M.
Tengo una hipoacusia bilateral desde los 10 años. Hoy con 50 años ya llevo
40 como sorda y ya he pasado por mil anécdotas, pero esta es una en la que lo
pasé fatal...
Me acababan de poner unos audífonos nuevos, unos retros , era la primera vez en mi vida que llevaba . Aún no sabia la graduación exacta y hacían unos ruiditos y unos pitidos que encima no los oía!!
Me acababan de poner unos audífonos nuevos, unos retros , era la primera vez en mi vida que llevaba . Aún no sabia la graduación exacta y hacían unos ruiditos y unos pitidos que encima no los oía!!
Fui a trabajar como cualquier día, soy contable, así que parte de mi trabajo consiste en ir a bancos, y realizar cobros, pagos...
Mientras iba al banco, por la calle, noté que algunas personas al pasar por mi lado se les iba la cabeza a los arboles, o al cielo...oían "pajaritos"…
y el canto de “ los pajaritos” salía obviamente de mis retros, mientras iba subiendo y bajando la ruedecita del volumen , llegué al Banco.
Era una nueva oficina, por lo que no me conocían, y me puse a la cola....unos minutos mas tarde la gente empezó a mirar sus móviles...
me vuelvo a tocar el retro...a los minutos después, empieza a salir gente para comprobar los ordenadores mirando arriba y abajo.. mi nerviosismo ya era terrible...así que opte por apagarme los aparatos.
Me toca, el hombre de la ventanilla empieza hablar y bla bla y le digo que lo siento, que era sorda...se puso todo gallito, y me contesto que para sordos estaba él... que si yo era sorda él era manco...total que decidí encender mis aparatos...tanto toqueteo, disparó otra vez los pitidos.... y el hombre pensó que era un atraco...me tuve que quitar los retros y decirles que era sorda, sorrrdaaaa de verdad!!! y que mis nuevos aparatos habían interferido y no los podía silenciar por lo que los había tenido que apagar.
Y le dije: “ahora manco, enséñame su mano...”
Con esa oficina luego he estado trabajando durante muchos años, y esto quedo en una mera anécdota, pero al chico de la ventanilla de aquel
día no lo volví a ver.
Con esa oficina luego he estado trabajando durante muchos años, y esto quedo en una mera anécdota, pero al chico de la ventanilla de aquel
día no lo volví a ver.