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sábado, 7 de agosto de 2010

Un policía le dice a una persona sorda que no puede conducir

Italia, 2006
Un equipo de pesca deportiva formado por 4 personas sordas: Antonio, Fabrizio, Maurizio y Marco, se reunieron un fin de semana para participar en un campeonato de pesca deportiva de truchas, reservado para sordos. Se dividieron en dos coches, ya que los instrumentales de pesca requieren espacio en el maletero.
Al llegar a la ciudad de destino, fueron directamente al lago donde se tenía que efectuar el campeonato. Como la prueba deportiva era el día siguiente, podían hacer una prueba de pesca, y estudiar la técnica más apropiada para la captura de las truchas en dicho lago.
Al terminar la prueba, los cuatro amigos se dirigieron con sus coches hacia el hotel que habían reservado, situado a unos 10 Km. del lago.
Durante el trayecto hacia el hotel, surgieron dificultades a causa de las complicadas calles, y los numerosos semáforos que se encontraron. Eso causó que los dos coches se perdieran de vista.
Antonio y Fabrizio que circulaban delante, decidieron esperarlos, pero no encontraron ningún espacio para aparcar y en un cruce de carretera muy ancho, se pararon accionando las luces de emergencia del auto.
De repente se dieron cuenta de que delante de ellos, a unos 30 metros en el lado opuesto de la carretera, había un puesto de control de la Policía, que controlaba el tránsito de los coches, y se preocuparon porque podían ser vistos, ya que no se podía parar el coche en ese punto, aunque no molestaban al tráfico. La policía del sur de Italia es muy pesada.
Y así fue, uno de los dos policías, de unos 50 años, se dio cuenta del coche parado en el cruce, y comenzó a hacer un signo con la mano, y hablar con voz alta de que no se podía aparcar allí.
Antonio, que era el conductor del coche, comenzó a signar con su lenguaje de sordos, por su condición de sordomudo. El policía no entendía nada de lo que estaba haciendo y se acerco hasta el coche atravesando la carretera.
Antonio (signando): “Perdón, estamos esperando a dos amigos que hemos perdido de vista”.
Policía: “Pero que dices? No te entiendo! Aquí no se puede aparcar!”
Antonio no entendía nada de lo que decía aquel policía, así que sacó de su cartera, una tarjeta de socio de su asociación de sordos, para hacerle entender que eran sordos. Se la enseñó.
Policía:”Esto que es?? Asociación que??.... ahh !! Eres sordo??? No oyes??? Tú, no puedes conducir , eres sordo!!!!!”
Antonio(signando):”Somos sordos y esperamos amigos”
El policía repitió con una voz aún mas alta haciendo el signo de “no” con la mano:”TU ERES SORDO Y NO PUEDES CONDUCIR!!!!!!!!!!”
Fabrizio que estaba al lado, se quedó sorprendido de esa reacción, entendió en todo momento la conversación mediante lectura labial, buscó la manera de calmar al policía explicándole que tenían que esperar a dos amigos que se habían perdido porque no conocían el lugar, pero fue inútil.
Afortunadamente, llegó su compañero y Fabrizio le explica nuevamente lo que estaba pasando. Este segundo policía, más joven, comprendió la situación en seguida, calmando a su compañero que todavía repetía a Antonio una y otra vez: “TU NO PUEDES CONDUCIR!!!!!”
En realidad, los sordos sí pueden conducir, existe una ley que lo autoriza. El policía joven lo sabía bien. Tranquilizó a su compañero y se lo llevó al puesto de control.
Justo en ese momento llegaron Maurizio y Marco, extrañados de ver discutir a sus amigos con un policía, en cuando todo volvió a la normalidad, los 4 amigos sordos continuaron con su búsqueda del hotel pensando en aquel policía fuera de control.

Relato de Fabrizio Paluzzi. Traducido por Cris.

4 comentarios:

  1. y luego dicen que la policía no es tonta...

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  2. Si lo que yo digo, la sordera mental, es mucho muchísimo peor...

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  3. los sordos si pueden manejar

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  4. eso es un mito chapado a la antigua arriba los sordos conduciendos abajos los borrachos conduciendos abajos los drogaos conduciendos abajo los kamicazes conduciendos abajos los locos conduciendos...

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