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domingo, 12 de diciembre de 2010

Trabajar de cara al público en un organismo público

El relato de Adela


Una mujer va a hacienda para realizar su declaración de la renta. Coge un ticket y espera su turno hasta que le atiende un empleado. Mientras este está comprobando todos los documentos que ha traído, ella le comenta:


- Hágame bien la declaración, ya que el año pasado , me atendió una chica sorda, que o no me entendió, o no estaba muy preparada, y la hizo mal, luego me pusieron una sanción.

- Y que hizo mal?

- Pues que no puso el alquiler del local que tengo

El funcionario consulta en la base de datos y comprueba que el alquiler al que se refería fue declarado por el alquilado después del periodo de renta.

- Usted trajo cuando vino el año pasado el contrato de alquiler, y lo que había cobrado por ello?

- A pues… no, lo tenía que traer?

- Si no lo trajo nosotros no podemos hacer nada, no somos adivinos, esta chica sorda ha realizado bien su trabajo, además se que estaba muy bien preparada porque la conozco personalmente, es mi hija.

- Disculpe, no lo sabía.

La señora se fue con la cabeza baja y con el rabo entre las piernas







4 comentarios:

  1. Si te soy sincero, todo el relato está bien excepto cuando el padre revela que es su hija quién le ha realizado su declaración de renta. Ello se traduce en conflicto de intereses. Tenía que haber cedido el padre a otro profesional para que la atendiese.

    Cualquier persona te diría que eso es un enchufe como una catedral. Creo que no has dejado muy bien a la persona sorda en este relato. Yo, por lo menos, si estuviese en lugar de la persona oyente, pensaría que me están tomando el pelo. No sólo no me han dicho el año pasado que me faltaba documentación, sino que se ríen de mí este año. Además de cornuda, apaleada.

    Viento.

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  2. Hola Viento, discrepo con tus conclusiones.

    No lo llamaría enchufe. Para trabajar allí, necesitas pasar un examen, que no es nada fácil, para superarlo hay que estudiar MUY duro. Una vez aprobado, hay plazas reservadas para discapacitados, que no siempre se cubren.

    Por otro lado, en hacienda no son adivinos, si tu no declaras que tienes un alquiler, y luego se enteran por el alquilado de ello, te pondrán una sanción. La señora de la historia admite que no sabia que se tenía que declarar y no llevó la documentación ni informo de ello.
    Que sucede? que para excusarse de ello, o por decir algo , se le ha ocurrido darle las culpas a una persona sorda, diciendo que no hizo bien la declaración, a ver si cuela, y justo le ha tocado a un trabajador que por coincidencia es su padre. La defendió, como la defendería cualquier padre, haciendo un comentario con buenas palabras. Y seguramente que aunque hubiera sido un compañero de trabajo, le hubiera contestado lo mismo: que esta chica ha hecho bien el trabajo.

    Que la mujer se sintió apaleada? Pues de los palos uno aprende.

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  3. Tanto en la pública como en la privada mucha gente entra por enchufe. Apruebas unas oposiciones como la mayoría y si tienes contactos, puedes subir peldaños si alguien te ayuda desde dentro.

    Cris, lo difícil no es aprobar unas oposiciones. Lo verdaderamente difícil es ser seleccionado ya que hay méritos que son dictaminados por un tribunal y no son mediante exámen. Enchufes hay en todas partes, pero ése no es el quid del asunto.

    No discuto la profesionalidad de la persona sorda. Lo que afirmo es que el padre tenía que haber omitido que quién la atendió fue su hija. Imagínate que su hija hubiese cometido una pifia. ¿Crees de verdad que él hubiese actuado igual? Mire, señora, mi hija ha cometido un error. Eso no es algo que suceda hoy en día.

    Volviendo al enchufismo, no estoy diciendo que haya entrado por enchufe, faltaría más. Lo que no me negarás es que mencionar relaciones de familia en el trabajo como razón de fundamento es un argumento muy débil. ¿Qué padre no hablaría bien de su hija?

    Viento.

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  4. Una sorda con audífonos14 de diciembre de 2010, 13:17

    ¿Eing?

    Yo entiendo eso de que dijo que era su hija porque con ello le demuestra que conoce bien a la persona que la atendió el año pasado. No creo que quisiera abusar de su situación para humillar a nadie.

    De todas maneras, lo cierto es que no se entiende muy bien la anécdota. Y también es cierto que los trabajos de cara al público no son los más convenientes para los sordos. Yo entiendo a la señora, la verdad.

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