Páginas

lunes, 2 de agosto de 2010

Jugando al escondite

Cuando era niño, todos los veranos hacía un viaje con los boys scouts de mi pueblo. En uno de esos viajes, me sucedió una cosa, que quiero compartir. Todas las noches, hacíamos juegos, y una de ellas encendimos una hoguera en el campamento, y nuestros monitores decidieron que jugáramos al escondite.
Dónde me podía esconder? Como estaba todo oscuro, y no se veía nada, pensé que no hacia falta esconderme detrás de una roca o un árbol, con que me escondiera en mitad del campo, ya era suficiente. Me agaché, y esperé. Pasó el tiempo y no venía nadie, al final me entró tanto sueño que acabé dormido.
Cuando me desperté ya estaba amaneciendo, vi que la hoguera estaba apagada, como no había nadie alrededor, me fui a mi tienda de campaña, pero tampoco había nadie . Donde están todos!??
Buscando buscando, de repente, los veo a todos, tanto los monitores como mis compañeros que vienen corriendo hacia mí!
- Xemari!!!!! Toda la noche buscándote!!!! Dónde te habías metido!??? Claro, como eres sordo no nos oías! Hemos estado muy preocupados!!

Esa noche solo dormí yo!



Relato autorizado por Xemari Espasa

2 comentarios:

  1. Sonrío.

    Yo también estuve en grupos de montaña hasta los 17 años. A veces participabamos en juegos colectivos. Uno de ellos es la gallinita ciega, te ponen una venda y se trata de reconocer mediante la voz dónde está la persona que grita tu nombre.

    Claro, yo tengo un audífono, pero en el otro oído no oigo nada. No poder oír en estéreo, no saber de dónde viene la voz.Cómo oír no lo que no se puede oír...

    Resultado. Empiezas a hacer trampas. No me ha ido mal hasta hoy. Una venda fina, donde ves sombras. Quién es esa mujer de larga cabellera negra? Es la noche que sigue tus pasos...

    We will, we will rock you!

    Viento.

    ResponderEliminar
  2. Me he reido mucho leyendo esto. Jeje, cuando pasan esas situaciones, lo pasas mal, pero luego se convierte en una anecdota.

    ResponderEliminar